Empiezo… Me vine a conocer Medellín y termine quedándome, traje mi trasteo, entre mis corotos tenía mí bicicleta vintage de cambios internos amarilla, en la que me desplazaba para todo lado.
Un día estaba rodando por Sabaneta enamorada del vallecito del encanto, cuando me alcanzó en su bicicleta chopper el señor William que vendía quesitos, me invitó a rodar el próximo viernes de esa semana, en el parque a las 8 PM,
Yo salí de trabajar ese día y me fui rodando hasta el parque a ver si veía al grupo que me había dicho William, estaría reunido, cuando llegue a Bombay, estaban enfilados unas 15 personas en bicicletas divinas, vestidos muy coloridos pero había alguien que resaltaba y ese era un pestañón que estaba con su pinta de cachaco, boina, tirantes, corbatín, zapato elegante, gafitas y encabezando la caravana mirando hacia atrás y gritando «Vamos!» «Enfílese niña!» «Nos fuimos!»
Y arrancaron a rodar, llegué justo en el momento que empezaba el ciclo paseo por Sabaneta… Que fortuna!!
Esto fue hace 9 años, ese día conocí la otra cara de Sabaneta, sus barrios más adentrados, se hacían paradas en las que ese Pestañón sacaba a bailar al mismo espectador, yo solo los miraba y aplaudía, era algo que nunca había visto, tanta camaradería, todos muy amables, brindando aguardientico y pasando demasiado feliz!!
Llegué al apartamento donde vivía y desde ese momento, no he dejado de rodar con esta familia que, gracias a Juan Albeiro Rave Casas, se formó y esperamos siga siendo feliz eternamente.!
Este fue el día que vi a Pestañón por primera vez en mí vida… Está foto la tomé en una de las paradas que se hacían en la primera rodada que estuve. Siempre alegre!
Y justo, quedé en esta foto que tomaron en La Fonda de Toño, donde se hacían los remates después de rodar, está fue mí primera rodada y esa es mí bicicleta Amarilla, que me acompaña desde Bogotá y no la vendo por nada del mundo.
